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Juan Garmendia - Sesión 14
Juan Garmendia - Sesión 14

Sesión Nº 14

Fragmento del temario de la sesión 14:

* Uno de sus libros es: Samaniego: Alcalde de Tolosa (1966) ¿Este trabajo se ciñe a Samaniego en su faceta de alcalde, como el título indica, o abarca de forma más amplia la figura del escritor?

* Podrá hablarnos de Isidoro Fagoaga (1896-1976) Tenor wagneriano y escritor navarro.

Fragmentos de la sesión 14 (Transcripción)

Samaniego: Alcalde de Tolosa, responde al título, o sea, Samaniego y la alcaldía. Samaniego era un tipo muy original además de ser un gran fabulista. De lo mejor, junto a Iriarte de apellido vasco pero que era canario. Iriarte y Samniego, como a menudo ocurre con los del mismo oficio, no se podían ni ver. Como los burros de Pernando Amezketarra que dijo que no se podían ver y uno los compro y dijo: yo les domaré y resolveré eso. Al tiempo coincidieron el comprador y Pernando Amezketarra. El comprador de los burros dijo furioso: pero si usted me ha vendido los burros ciegos. Yo ya le dije que estos no se podían ver, que quiere que le diga, yo no le engañe a usted, dijo Pernando Amezketarra.

A Isidoro Fagoaga, en sus últimos años, me unió una gran amistad. Incluso venía a mi casa. Era de Bera y en su tiempo llegó a ser el mejor tenor wagneriano. Cantó once años en la escala de Milán. Él recordaba que cuando iba a Vizcaya, al estreno de Amaia, en el camino, dos guardia civiles le llevaban a uno. ¿Y quién sería? Jesús María Leizaola, que luego fue presidente del gobierno vasco. Leizaola, un hombre pacifico a más no poder, un intelectual. Fagoaga tenía entonces muchos amigos y se ocupó enseguida de que lo soltaran. En aquella época Leizaola sería secretario de la diputación, sería relativamente joven cuando ocurrió eso.

A Isidoro Fagoaga le dirigió Toscanini y un hijo de Wagner... Cuando el bombardeo de Guernica él protestó. Dijo, mientras las fieras de este país no se conviertan en personas no me oirán cantar. El Duque de Aosta que era primo del Rey tenía mucha amistad con Fagoaga y le dijo, di que tus palabras han sido fruto de una mala jugada de los nervios y eso se resuelve. No, no, a mí los nervios no me han hecho nada y repetiré lo mismo contestó Fagoaga. El gobierno italiano le expulsó del país y le llevaron a Francia donde le metieron en un campo de concentración. O sea, de un hotel de lujo a un campo de concentración. Para él la muerte. Pero tenía muchas influencias y le soltaron.