Conocimos a Lucio Laca de Etxarri Aranatz por casualidad. Llegábamos al pueblo en busca de información y escuchamos las campanas de la iglesia. Descendí del coche y entré en la iglesia, encontrando abierta la puerta que daba acceso al campanario, subí corriendo, y allí estaba Lucio, tocando. Todo esto que he contado a modo de introducción está reflejado en el documental “Dinda Dindai – Un recorrido entre campanas”.
Lucio Laca me habló de la persona que le había enseñado a tocar, Alejandro Auzmendi, que en ese momento tenía 92 años. Lucio y yo acordamos ir juntos a visitar a Alejandro Auzmendi. Alejandro y su mujer nos recibieron con simpatía y pudimos grabar un documento de interés. Alejandro Auzmendi había sido campanero durante toda su vida hasta que la falta de salud le impidió subir al campanario. Aún padeciendo alzheimer tenía momentos de lucidez, lo pudimos comprobar por el relato que nos hizo de su vida como campanero. Alejandro Auzmendi a sido un campanero muy artístico, con dotes rítmicas. La familia nos facilitó una grabación de sus toques y lo podemos asegurar. Alejandro Auzmendi ha dejado huella en el pueblo de Etxarri Aranatz.