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Sesión 4
Sesión 4

Sesión Nº 4

Fragmento del temario de la sesión 4:

* En la sesión anterior hablamos del morroi. Existía una figura paralela al morroi en el mudo femenino.

* También en la sesión anterior mencionamos de forma tangencial América, de todo aquello imagino que la importación e implantación del maíz fue lo más trascendental para la vida rural del país vasco.

* También debió de poner en marcha gran número de nuevos útiles de labranza. También nuevas voces.

* Al comienzo del libro,”Gremios, oficios y cofradías en el país vasco” dice que “el mundo del hombre del campo no ha transcurrido de manera anárquica e improvisada, sino que su actividad ha discurrido dentro de un contexto reglamentado. Regulado por medio de unas disposiciones que abarcan a las más diversas manifestaciones de su vida.” ¿Podría hablarnos de cómo se regulaba el mundo rural?

* En el libro “Villa Guipuzcoana de Aia (La huella humana en los barrios de Altzola y Laurgain) describe de forma muy bonita el transcurrir del año en ese entorno. Es un ejemplo muy claro de un contexto rural reglamentado. Sorprende como acciones tan sencillas en apariencia como encender un horno de un calero están llenas de significación.

* La preservación de las cosechas se hallaban en estrecho nexo con la colocación del “mayo” y de manera especial y generalizada, con la práctica y el mito celosamente respetados del conjuro. ¿Podría hablarnos de Las Mayas, Erregiñetan o fiesta de las Mayas?

* A pesar de los avances científicos, con las modernas formas de explotación, con las precisas previsiones meteorológicas, uno tiene la sensación de que la relación del hombre con el campo se ha empobrecido.

* En el libro sobre la “Villa guipuzcoana de Aia” menciona brevemente la Casa Palacio de Laurgain, se refiere a ella como “añosa y noble construcción de pretérita historia de testigo y actividad en nuestro mundo político, económico y socio/religioso”. Es un edificio que todo el que lo ve se queda prendado. ¿Podría hablarnos de la Casa Palacio de Laurgain?

* Julio Caro Baroja cuenta como conocía a un vecino del que todos pensaban que estaba loco, pronto comprendió que lo que a aquel hombre le pasaba era que todavía creía en un mundo que había perdido significación para los demás. De ahí que Don Julio dijera que el hombre no es de su tiempo sino que cada hombre tiene su tiempo. ¿En su larga experiencia como etnógrafo se ha encontrado con esta impresión sobre el tiempo?

Fragmentos de la sesión 4 (Transcripción)

No, una figura paralela al morroi no, porque la mujer era la etxekuandre. De morroi las chicas no hacían, porque al morroi se le reservaban las tareas más difíciles. Los layadores, el equipo de layadores que podía ser de 8 o 10 layando, se ponía en el centro a las dos o tres mujeres que había con layas más pequeñas, más ligeras que las otras, para suavizar el trabajo de la mujer, aunque esto a pasado inadvertido a muchos investigadores.

El mundo rural se regulaba por mediación de las cofradías más que nada porque en un pueblo pequeño el gremio es difícil que exista porque el gremio tiene que ser la asociación de varios del mismo trabajo, el gremio de herreros, quiere decir que tiene que haber herreros, unos solo no va a organizar el gremio. En los pueblos pequeños más que nada era la cofradía.

En los documentos antiguos aparece Laurcain no Laurgain. Porque ahora siempre se dice Laurgain, documentos que yo entonces consulté, aparece siempre Laurcain. Es una casa noble de la familia Lardizabal de Segura, no sé ahora. El marido de una de los Lardizabal murió hace cosa de un año en Francia, en San Juan de Luz. A mí me interesaba mucho esa biblioteca, pero no tuve acceso. En Laurgain había un administrador y la familia seguirá allí.

El que sale de lo normal se le toma a veces por loco. Pero muchas veces no es así. La vida está muy uniformada ahora, los tipos celebres que había en los pueblos prácticamente han desaparecido. Sin toque de corneta pero todos vivimos, todos somos grises, de chaqueta gris.