Conocí a Belén Saralegui por casualidad. Había llegado a Betelu en bicicleta y quería encontrar la famosa piedra donde se dice descansó San Ignacio de Loyola. Pregunté a una mujer que se encontraba cerca y me dio toda la información que necesitaba, era Belén. Yo le hablé del proyecto que estaba realizando y ella se interesó hasta el punto de invitarme a visitar su histórica casa. A los días regresé a Betelu, esta vez con el equipo necesario.
La casa de Belén Saralegui es muy antigua y esta muy bien conservada. Conseguimos grabar una entrevista a Belén, pese a su reticencia, en la que nos habló de la historia de su casa y familia. Tiempo después volvimos a visitar a Belén, acompañados de Juan Garmendia.