El Palacio de Alonso de Ezcurdia y Recalde (Indiano Etxea), actual ayuntamiento de Betelu, Navarra, es un lugar interesante en si mismo. Aunque la historia que nos contaron sobre su origen la dota de mayor carácter. Se dice que un hombre de Betelu se enamoró de una mujer y al declararse esta le despreció por ser pobre. El hombre despechado viajó a América donde hizo fortuna. A su regreso a Betelu construyó el palacio al lado de la casa de la mujer que lo despreció. Esta historia la describo como me la contaron oralmente en Betelu, no la he contrastado con documento alguno y probablemente los acontecimientos fueron diferentes. En cualquier caso esta narración encajaría en las leyendas sobre los indianos, que como ya nos lo dijo Juan Garmendia: “la influencia de los llamados indianos ha sido notoria”.
El 21 de agosto de 2018, José Ignacio Yeregui, descendiente de La Villa de Betelu, nos facilitó la siguiente información:
En La Villa de Betelu quedó testimonio de la prosperidad alcanzada en Indias por Alonso de Ezcurdia y Recalde, recibió bautismo en Betelu el día 2 de Febrero de 1686, hijo del matrimonio formado por Martín de Ezcurdia y Teresa de Recalde, dueños de la casa Albisurena. Una de las primeras noticias relacionada con el joven mozo jornalero, data del mes de julio de 1725, cuando a la edad de 39 años se encontraba en Cádiz dispuesto a partir hacia Nueva España en la flota que iba al mando del Jefe de Escuadra de La Real Armada Española, Teniente General Antonio Serrano, dicha flota estaba compuesta por quince mercantes y tres buques de guerra, que zarparon de Cádiz el 15 de julio de 1725, el 21 de septiembre de ese año llegaron a Veracruz para celebrar la feria correspondiente. Las razones de tal aventura nos las explica el propio Alonso en las cartas que de su puño y letra se han conservado: había contraído compromiso matrimonial con María Catalina de Orella, hija de Juan de Orella y Magdalena Perugorri y única heredera del palacio de Orella levantado en el lugar de Arriba próximo a Betelu. Los padres no quisieron consentir el matrimonio por la desigualdad de fortuna y yéndose entonces el mozo a América en busca de lo que le faltaba para realizar sus deseos, ya que necesitaba mejorar su posición económica y social para encontrarse a la altura de su futura familia política. Ezcurdia, el cual se embarcaba en su viaje de vuelta a España. Finalmente no llegó a contraer matrimonio con María Catalina de Orella, la encontró ya casada y como venganza se le ocurrió construir el Palacio para causar envidia a la que le había olvidado. Así quedo testimonio de su prosperidad alcanzada al otro lado del Atlántico.